jueves, 16 de marzo de 2006

Octava del Corpus: ¿A favor o en contra del cambio de fecha?


La polémica está servida. La fiesta más sonada y esperada de Peñalsordo, su Octava del Corpus, en los últimos años celebrada un fin de semana a principios de junio, podría ampliarse y comenzar en jueves. De ser así, se convertiría en una “pequeña feria”, como la que ya tiene lugar en otros pueblos de alrededor, que ocuparía jueves, viernes, sábado y domingo.

Muchos son los que han alzado la voz a favor y en contra de la propuesta. También nuestros lectores.


Por qué no cambiar la fecha del Corpus

Voy a enumerar las razones que me impulsan a votar en contra de esta propuesta:

- Desde el principio se hicieron las cosas mal. La Cofradía de los Hermanos del Señor votó y debatió este cambio sin contar con la Cofradía de Jesús Sacramentado.
- No es día de PRECEPTO, por lo que desprestigiamos la fiesta en lugar de engrandecerla.
- Así tienen una excusa los que no vienen nunca al Corpus y ahora, al ser jueves, van a poder faltar y con razón.
- Los cofrades jóvenes, que estén fuera del pueblo, van a tener más problemas para venir.
- Si en estos días acuden unos 30 cofrades, al cambiarlo, sólo vendrán los que están en el pueblo, por lo que se perdería la asistencia de siete u ocho cofrades, que actualmente acuden.
- La política ha estado metida en este tema desde el primer día, cuando lo que estamos tratando es una Cofradía RELIGIOSA, y por lo tanto, APOLÍTICA.
- Si recordamos la frase tan famosa de don Alberto "Una fiesta muy bonita pero muy pagana", cambiándolo al jueves vamos a conseguir eso, ya que los cofrades sólo vendrán a la Octava, que es la parte más "pagana" de la fiesta.

Fran

Sí al cambio

Como muchos habrán oído se pretenden cambiar las fiestas del Corpus a los cuatro días seguidos que ya estaban establecidos en su tiempo, los cuales recordemos fueron sustituidos por la situación actual, no sin cierta polémica. Esto no tendría mayor trascendencia de no ser por el revuelo que ha causado en algunos círculos dentro de las Cofradías y vecinos en general, situación que aprovecho para mencionar ya que prácticamente nadie quería el cambio entonces, y tampoco nadie lo quiere ahora.
Esto me lleva a preguntarme si no estaremos entrando en una dinámica de pataleo para hacer valer nuestra opinión aún sabiendo que ésta no es la mejor.
La razón por la que se cambió anteriormente fue por el exceso de fiestas en el calendario, al separarla en dos fines de semana se evitaba este problema dejando más días para otras fiestas sacras o paganas. Resumiendo, quitan fiestas locales a favor de regionales o nacionales.
Los cuatro días seguidos son mejor para todos:

- Los Cofrades. Retornaríamos a la situación de fiestas que han existido siempre y seña de identidad de la celebración.
- Los de fuera. La familia que se pueda permitir pedir unas “minivaciones” en estas fechas le viene de perlas tener los cuatro días seguidos y no bajar dos fines de semana. La familia que no puede pedir dos días para bajar, tampoco creo que bajara antes los dos fines de semana. Por tanto tenemos que el fin de semana va a tener por lo menos la misma gente que antes.
- Los del pueblo. Una segunda feria, al igual que los pueblos cercanos, no creo que esté tan mal. Vamos a tener dos días de fiestas (jueves y viernes) sin más “intrusismo” que el de los pueblos de alrededor. Los feriantes pagan más impuestos, atraen más gente y dejan más beneficios en cuatro días que en dos. Cuatro días de merecido descanso para algunos y cuatro días de bienvenidos ingresos para otros. No le encuentro “peros”.

Residencia mixta de ancianos Nuestra Señora del Carmen



Ocho años al servicio de la Tercera Edad


Hace ocho años que la residencia de ancianos de Peñalsordo abrió sus puertas, en un principio como un servicio de pisos tutelados.
Empezó con veinticuatro plazas, ahora son cuarenta los habitantes de la casa. Desde el primer día se colgó en la puerta el cartel de “completo”.

Cumplen una función necesaria en Peñalsordo: cuidar de los ancianos. Todo empezó como un servicio de pisos tutelados, pero hace poco se alcanzó la categoría de residencia mixta de la Tercera Edad.
De 24 plazas se ha pasado a las 40, un lleno total, por lo que no se descarta una segunda ampliación, aunque esto supondría realizar algunos cambios de envergadura en el local.
En el hogar de mayores trabajan en la actualidad diez personas y, a pesar de que está ubicado en Peñalsordo, ninguno de sus empleados pertenecen a esta localidad, sino que proceden de Guadalmez, Cabeza del Buey y Zarza Capilla, pueblos colindantes con Peñalsordo. “Es una cuestión para la que no tengo explicación”, nos cuenta su responsable, Jesús. “Tenemos lista de espera en la bolsa de trabajo, pero del pueblo nadie, es una pena pero es así”, explica.

“Son como niños”

Los ancianos tienen libertad absoluta de entrada y salida a la residencia (su casa), sólo se les exige cumplir el horario de comidas.
“En el hogar pueden realizar actividades, como clases de manualidades: hacen muñecas de papel, bolsas de malla, … Aunque muchos optan por quedarse en la sala de la televisión”, nos cuenta Jesús. “No trasnochan, lo cual propicia que a las 7 de la mañana casi todos estén ya en pie”.
Según nos explica el responsable,”no son personas que se impliquen mucho en las actividades que se proponen, aunque cuando se han hecho han respondido bien, un poco a la fuerza. Pero es normal porque es gente mayor, con algunas dificultades físicas”.
Aunque tienen juegos, como el bingo o el dominó, prefieren descansar o contarse sus cosas. En este sentido, Jesús cree que “se necesita otra salita de televisión porque el salón en la que se encuentra es el comedor y sirve un poco para todo”. No son personas revoltosas, dice, “aunque es a días, en general se portan muy bien”. “A los primeros que entraron les costó más adaptarse, porque no sabían cómo iba a ser, ahora vienen más mentalizados y motivados”. “A mí es un trabajo que me encanta y estoy muy contento con ellos, aunque es una gran responsabilidad cuidarles”.

La despensa

“Nadie tiene un régimen de comidas severo, pero se intenta cuidar su alimentación, evitando el exceso de sal, y de grasa”.
La comida es casera, nada de platos precocinados ni “cosas raras”. “Ellos pueden elegir el tipo de comida que quieren, pero no se ponen de acuerdo, no hay ningún plato que les gusta a todos y, claro, todos custodian comida en su despensa, aunque esté prohibido”.

Déjame que te cuente

En la residencia, algunos mayores encuentran la compañía que les falta en el hogar. Uno de los temas de conversación preferidos es el de su niñez y adolescencia. Nos cuentan los juegos con los que se entretenían en su infancia y no falta en sus ojos el brillo que trae a veces el recuerdo.
Como la picardía es la característica de muchos niños, en este caso niños mayores, también nos cuentan el ajetreo que vivían en el famoso baile del pueblo. No les falta decisión. Dispuestos a poner en marcha un guateque en la propia residencia, animados por su responsable.
María, la primera de todos en formar parte de los pisos tutelados, nos cuenta lo feliz que se encuentra allí, “para mí este señor es como mi padre”, no duda en afirmar al referirse a Jesús, aún saltando a la vista que podría ser su hijo.
Se quejan de no encontrarse en el estado físico que les gustaría pero en ninguno de ellos notamos queja alguna. Se les ve contentos y animados. La convivencia les hace más fuertes.