martes, 6 de marzo de 2012

TRES ATAQUES DE UNOS PERROS A LAS OVEJAS DE SU VECINO.


En una finca de Garlitos, hace unas semanas, un pastor se lamentaba de que sus ovejas habían sido atacadas por unos perros que se habían salido de una parcela vecina, en el paraje de la "Raña de Agudo".  Se trataba de cuatro perros de gran tamaño, que causaron la muerte a 18 ovejas por mordeduras en el cuello y partes traseras de estos animales.  Otras ovejas sufrieron heridas irreversibles en zonas vitales, y también se produjeron otras bajas en la explotación porque muchas de las ovejas atacadas estaban preñadas, y varias han abortado a causa del estrés de los ataques y las heridas.

Sobre la propiedad de los perros, al parecer, se trata de un vecino de Garlitos, sargento de la Guardia Civil en el puesto de Peñalsordo, a quien los ganaderos habían advertido con anterioridad al suceso para que tuviera a los canes de su parcela más vigilados, porque no los tenía atados y era facil anticiparse al peligro que estos suponían para su ganado.

Una vez ocurrido el primer ataque, el propietario de los perros fue avisado inmediatamente, también fue puesto en conocimiento de la Guardia Civil del puesto cercano de Siruela.

Hace unos días volvió a suceder lo mismo, un nuevo ataque con nuevas bajas de ovejas. En esta ocasión no se pudo ver a los perros, aunque el suceso tenía las mismas características: mordeduras de gran tamaño en las traseras de los animales, y heridas en el cuello.

Hoy se ha vuelto a repetir la escena, por tercera vez, a plena luz del día y ante la mirada del propio ganadero, Emilio Risco, que se mostraba impotente al ver como los mismos perros "del sargento" corrían de nuevo tras su rebaño sin poder impedírselo.  En esta ocasión ha pedido ayuda y ha conseguido capturar algunas fotos en pleno ataque. "Es muy difícil capturar a un perro en el momento en que ataca a las ovejas", se lamentaba.

El rol de estos perros, una vez habían acabado con la vida de al menos seis ovejas y haber dejado heridas a muchas más, era descansar bajo la sombra de una encina y después se lanzaban a una nueva acometida al rebaño.

En esta ocasión uno de los perros ha podido ser apresado, se trata de un pastor alemán. El resto de los perros siguen sueltos por la finca y no se han dejado capturar. Es muy probable que su instinto les lleve de nuevo a repetir sus ataques. La Guardia Civil se ha personado en el lugar de los hechos y ha recogido pruebas de lo sucedido.








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