sábado, 26 de mayo de 2007

TIC + POLÍTICA

Un terreno aún pendiente de explotar

Mañana 27 de mayo se celebran las elecciones municipales en más de 8.100 municipios del Estado y 4.000 administraciones descentralizadas, sin tener en cuenta los comicios en 13 comunidades autónomas y otras organizaciones territoriales. Una ocasión para reflexionar sobre el papel de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en los ámbitos de la política y la administración. Fenómenos como la proliferación de los blogs, las movilizaciones convocadas mediante la red o las nuevas formas de organización y participación son algunas de las cuestiones que son objeto de estudio por parte de los investigadores.

Políticos delante del ordenador

¿Pueden dirigirse directamente a sus representantes sin intermediarios, los ciudadanos? Un hecho tan sencillo hoy en día como poder mandar un mensaje electrónico directamente al buzón de un diputado y recibir respuesta era hace algunos años el equivalente a pasar muchas barreras de secretarias, agendas o audiencias. Sin embargo, como apunta la profesora de los Estudios de Derecho y Ciencia Política Rosa Borge, "el mundo político está muy establecido y tiene una estructura que funciona. Las TIC pueden irrumpir en él y pueden provocar ciertos cambios, pero los cambios no son tan fáciles y la clase política no tiene muchos incentivos para cambiar". Borge lo ejemplifica con el hecho de que un político desistirá de abrir canales de comunicación o participación "si ello le significa un desbordamiento de mensajes que sabe que no podrá responder o si le produce enfrentamientos con la oposición y con los ciudadanos y vecinos".

Albert Batlle, director del máster oficial de Sociedad de la información y el conocimiento de la UOC, apunta que el efecto más importante hasta ahora de la irrupción de las TIC en este ámbito es sobre todo "el aumento de la información política a disposición de los usuarios de las tecnologías". Según su opinión, la motivación principal para que los ciudadanos participen en política "es la satisfacción de sus intereses". "La existencia de un interés es la condición previa para que las personas realicen la investigación del producto político". Las TIC, por otra parte, también permiten una información más directa de la actividad de los representantes políticos, como el acceso a la legislación y actividades del Parlamento o una consulta más rápida de los boletines oficiales. Eso también representa "más control del representante", explica Rosa Borge. "Un ciudadano puede saber qué está pasando en Irak a través de canales de información más arraigados en el territorio, de primera mano y no censurados, que precisamente no son los canales tradicionales del ejército o del New York Times". Otro ejemplo es la rectificación que hizo al político norteamericano John Kerry: "Por medio de los blogs pudo descubrirse que no fue tan héroe como decía en la guerra de Corea". Sin embargo, el uso de las TIC por parte de los representantes políticos puede pecar, a juicio de algunos expertos, de falta de planificación estratégica o de objetivos. "A los diputados pueden facilitarles portátiles o PDA y después el 70% de los diputados no utilizan el correo electrónico para atender al ciudadano", explica Borge. La profesora añade que la introducción de esta tecnología se debe muchas veces a que "el mundo político está muy presionado" por dar una imagen de modernidad y por las empresas que intentan vender sus TIC.

En este sentido, Albert Batlle considera que "adoptar la tecnología por parte de los políticos es fácil; el problema viene cuando más que adoptarla para satisfacer necesidades se adopta por otros motivos, como por imitación". Para comprobarlo puede hacerse, por ejemplo, un paralelismo con el mundo de los negocios o, incluso, del ocio, en los que la intensificación de las TIC se ha notado todavía más. "El mundo del negocio electrónico (e-business) utiliza la tecnología para lo que le sirve y le da beneficio", ratifica Batlle. "Las TIC aplicadas al mundo político están lejos de la utilidad que ha encontrado en ellas el mercado".

Administración en línea

A diferencia del mundo más visible e institucional de los representantes de los ciudadanos, la administración electrónica tiene un paralelismo más próximo al del mundo de las empresas y experimenta cambios mucho más importantes. Varios ayuntamientos pueden ofrecer, por medio de internet y teléfono móvil, servicios de forma más rápida y, incluso, económica que tener que abrir ventanillas físicas. "Tienen unos objetivos más definidos, que pasan por dar un servicio más eficiente por medio de las TIC y realizar trámites y procesos mejor", argumenta Albert Batlle. Según la encuesta de 2005 sobre el uso de las nuevas tecnologías en la administración local, realizada por la Secretaría de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información de la Generalitat y el consorcio público Localret, casi la totalidad de los ayuntamientos catalanes de municipios de más de 1.000 habitantes disponen de página web propia; de éstos un 19% ya ofrecen trámites en línea y un 35% publican en su página las licitaciones y contratos que realizan. Los servicios al ciudadano más frecuentes pasan por trámites como el pago de impuestos y tasas, búsqueda de trabajo, licencias de obras o certificados de empadronamiento, además de otros, como matriculaciones a cursos y equipamientos o la creación y registro de nuevas empresas.

Sin embargo, la penetración de las TIC en la administración pública todavía presenta algunas barreras. Dentro de este sector pueden encontrarse "resistencias internas y reticencias en la aplicación intensiva de las nuevas tecnologías", advierte Albert Batlle, que considera que estas reticencias se deben sobre todo "a un factor cultural". Para el profesor, "las nuevas tecnologías diseñan una administración en red, no jerarquizada, que tiene que compartir ficheros entre departamentos para facilitar el servicio al ciudadano". Eso chocaría con "la lógica de que la información es poder, limitación que también trasciende cuando las administraciones tienen que colaborar entre ellas". Sin embargo, Batlle confía en que "el tiempo lo solucionará", ya que "la intensificación de las nuevas tecnologías en otros campos hará que los ciudadanos lo pidan", para que también se aplique a la administración pública.

Nuevas formas de hacer política

¿La irrupción de las TIC puede romper el sistema político que conocemos hoy en día? ¿Serán posibles formas más directas de hacer política con sólo un clic? No hay mucho optimismo con respecto a esta posibilidad. Muchos expertos coinciden en pensar que, más que construir nuevas fórmulas de democracia directa, las tecnologías tenderán a mejorar los mecanismos del sistema representativo que conocemos hoy en día. Las críticas vienen sobre todo por la desigualdad de acceso que hay actualmente a las nuevas tecnologías, que ocasionan que cualquier iniciativa por medio de la red tenga un déficit de representatividad democrática.

Las TIC también se incorporan en los procesos de participación ciudadana en la toma de decisiones públicas que ponen en marcha cada vez más a menudo las administraciones públicas, sobre todo los ayuntamientos. Clelia Colombo, una de las investigadoras del IN3, el instituto de investigación de la UOC, considera que los procesos de participación ciudadana que utilizan las TIC pueden permitir, por ejemplo, "una mayor información de los ciudadanos, más comunicación de éstos con sus representantes políticos o la participación de ciudadanos que normalmente no irían a un proceso presencial, como los jóvenes, las personas que tienen responsabilidades familiares o las que trabajan fuera del municipio". En abril, Colombo recibió el premio del concurso de Jóvenes Sociólogos del Institut d'Estudis Catalans por una investigación sobre la incorporación de internet en los procesos de participación ciudadana impulsados desde las administraciones públicas. Según la investigadora, "los procesos que han funcionado mejor son los que incorporan las potencialidades de las TIC en su desarrollo manteniendo también la vertiente presencial, lo que permite superar las limitaciones de infraestructura tecnológica y desigualdad en el acceso a las TIC de los procesos exclusivamente virtuales". Después de un análisis de las oportunidades y limitaciones que pueden aportar las TIC a la participación ciudadana, "aún es pronto para impulsar procesos únicamente virtuales, y son muy positivas las experiencias de tipo mixto", concluye Clelia Colombo en su investigación.

Sin embargo, la "democracia representativa tal como está organizada actualmente no está en peligro por la irrupción de las nuevas tecnologías", explica Albert Batlle, que considera que a corto plazo "es posible mejorar la democracia representativa" gracias, entre otros aspectos, "al control del ciudadano, que tendrá que estar interesado", lo que también corrobora Rosa Borge, que considera poco viable y muy peligroso pensar en un futuro basado en referendos electrónicos. "Muchas veces se denuncia que el uso intensivo de las TIC podría desembocar en una democracia a ráfagas o instantánea", explica Borge, y podrían convertir el sistema en "la democracia del clic". "Antes de un referéndum electrónico sobre el diseño de una plaza o sobre el aprovechamiento de un espacio público debería haber un proceso deliberativo, con foros y grupos de discusión con entidades y ciudadanos, y con distintos segmentos de la población y técnicos", ejemplifica Borge. En este sentido, puede decirse que hay muchos autores que coinciden en decir que los principales cambios tienden más a una mejora de democracia representativa que a construir una democracia directa.

Movimientos electrónicos

Mejoran los canales de comunicación, información y consulta. Los políticos pueden saber cuál es el ciudadano que puede votarlos y el ciudadano puede conocer mejor a quién vota, ya que tiene más información y más directa. Muchos expertos aseguran que las formas tradicionales de participación política actualmente están en crisis y surgen otras nuevas. Para Albert Batlle, la participación electoral y la militancia en los partidos y sindicatos "parece que van de baja", pero en cambio "suben más otras formas de participación política al margen de las instituciones", tales como las asociaciones por afinidad, los grupos de presión o las ONG con "canales muy diferentes".


"Las TIC sirven para organizar mejor al ciudadano" y formar grupos de presión, explica Rosa Borge, que asegura que "esto ha servido para convocar gente que estaba aislada en el territorio y que no está representada en ninguna parte, comunicarse con ella y difundir información". Éste es el caso de nuevos movimientos sociales que han aparecido en los últimos tiempos, formados por personas de diferentes procedencias o, incluso, afinidades, pero unidas por una causa o problema concreto. Algunos de los ejemplos pasarían por organizaciones como la plataforma Aturem la Guerra —organizada a partir del conflicto bélico con Irak— o V de Vivienda —que reivindica soluciones del problema de la vivienda. "Tú podías tener un determinado problema; sin embargo, si no tenías ningún modo de compartirlo, creías que eras el único. Ahora, con la tecnología, eso cambia", comenta Albert Batlle. Estas nuevas formas de movimientos se organizan, se convocan o se movilizan sobre todo por medio de las nuevas tecnologías, utilizando chats, correos electrónicos o teléfonos móviles. "No son sólo herramientas de grupos alternativos de izquierdas, sino que sectores conservadores y de derecha las utilizan a menudo y eficazmente, como ha podido verse últimamente en España", explica Rosa Borge.

* Reportaje publicado en Mundo UOC, núm. 27.