sábado, 20 de septiembre de 2014

Donde dije digo…digo Diego

“Derogación de decreto sobre competencias de tráfico”

El Alcalde de Peñalsordo,  José Corchero, con fecha 22-11-2011 dictó un decreto delegando a la Jefatura Provincial de Tráfico la tramitación de las multas y sanciones por infracciones de tráfico llevadas a cabo en las en vías urbanas de esta localidad, y que fuera la Guardia Civil quien presentara los boletines de denuncia.

Desde mucho antes, pero sobre todo desde ese momento, amparados en este ilegal decreto, la Guardia Civil comenzó una inusual persecución de infracciones urbanas que acababan con multas “de doscientos euros para arriba” que iban a parar a las arcas de Tráfico en vez de recaer en beneficio de nuestra localidad.  

La irregularidad de este decreto fue denunciada ante los tribunales por el grupo independiente IPEX,  no sin antes intentar que el Alcalde y el grupo de gobierno rectificara, llevando a pleno este debate, sin resultado.   

Justo antes de recibir una resolución judicial a este conflicto de competencias municipales en materia de tráfico urbano, el Alcalde ha decidido solicitar “nuevos estudios e informes sobre las posibles delegaciones”, cuando el proceso judicial está a punto de terminar.

Mientras tanto viene a resolver la derogación de este decreto abusivo, dejándolo sin efecto, adelantándose así a una sentencia judicial que pudiera obligarle a ello. 

El Alcalde reconoció ayer en el Pleno Municipal que “a él no le ponen multas”, efectivamente, ni a otros muchos, pero también debe reconocer que la estadística de sanciones en Peñalsordo pasaron “de 0 a 100” a partir del momento en que accedió a la alcaldía, y eso no fue fruto de la casualidad o de que los vecinos se hubieran convertido en infractores de la noche a la mañana, sino de la incapacidad de un alcalde y su equipo para dar soluciones alternativas, menos gravosas, antes de pasar al “ordeno y mando” que nos tiene acostumbrados.


Bienvenido el decreto que deroga su propio decreto,  casi tres años después.  Rectificar es de sabios, aunque en este caso sea obligado por las circunstancias.