sábado, 13 de septiembre de 2014

El coto de la Piedrasanta vuelve a nuestro poder.


Antonio Bueno y su empresa dejarán de molestar a la Sociedad "Berrocal y Piedrasanta de Peñalsordo", por sentencia. 

Con fecha 10 de Septiembre de 2014, la Audiencia Provincial (sección nº 2 de Badajoz)ha dictado la sentencia definitiva por la que deja sin efecto la sentencia del Juzgado de lo Mercantil de Badajoz y con ello la demanda de reintegración de la finca Piedrasanta a Monteros de Casta SL, y que tan irregularmente le había concedido este juzgado a Antonio Bueno (su presidente) como principal motor de la trama.

Por fín la Asociación Berrocal y Piedrasanta de Peñalsordo puede respirar con tranquilidad después de varios años de lucha contra el abuso judicial a que ha sido sometida, que acabó denunciando recientemente a la juez mercantil ante el Consejo General del Poder Judicial y hace menos de un mes acabó presentando una querella criminal ante el Tribunal Superir de Justicia de Extremadura contra esta misma magistrada Esther Sara Vila y contra su actual esposo, el abogado de Antonio Bueno, el Sr. Juan Antonio Díaz-Ambrona Cancho, por los delitos de prevaricación y tráfico de influencias.

La Audiencia Provincial entiende que la resolución del contrato de arrendamiento cinegético a instancias de la arrendadora Asociación Berrocal y Piedrasanta y la entidad concursada Monteros de Casta, S.L. "estuvo en su momento plenamente justificada" por el impago de la renta, así concluye la sentencia: "...hasta aquí todo es lo normal...todo normal... Y todo es igualmente normal cuando la arrendadora encuentra un nuevo arrendatario y concierta un nuevo arrendamiento". "...en el presente caso si no se resolvía el contrato se estaba produciendo un perjuicio económico a la arrendadora".  Es decir, que lejos de haber provocado un perjuicio económico a Monteros de Casta (valorado por la administración concursal en unos 500.000,00 euros), es la Asociación Berrocal y Piedrasanta quien se ha visto  perjudicada en este proceso, y por tanto deberá ser compensada por ello, responsabilizando al juzgado de estos daños.


Mi dedicatoria:

A la magistrada y al abogado, mis felicitaciones por su feliz enlace y paternidad y esta sentencia sirva como regalo de boda. Al Sr. Bueno y sus adláteres, que se les acabaron las hermosas cacerías en Piedrasanta..."que les vaya bonito". Y a los alcahuetes/as, recolectores de firmas, escritores anónimos, voceros y cantamañanas, les espero en la próxima Junta General de Socios, para darles la información completa.

Y por último, la enhorabuena y mi gratitud a los socios de buena fe, que con paciencia han confiado en la lucha por nuestros justos intereses.

Pedro Galán.